Hacía ya varios años que seguía desde la distancia los encuentros de Aulablog y en más de una ocasión me había planteado ir pero, llevada por mi innata timidez, no me atreví nunca a hacerlo. Sin embargo, como siempre hay una primera vez para todo, me prometí a mí misma que de este año no pasaba. Quizás influyera en ello el hecho de que el encuentro se celebraba en esta ocasión en un enclave que me resultaba muy familiar: la preciosa localidad salmantina de Ciudad Rodrigo, muy próxima al pueblo donde yo nací (también precioso, por cierto). Era una manera como otra cualquiera de no sentirme tan extraña. Aunque tengo que confesar, para no faltar a la verdad, que lo que más me ayudó a sobreponerme al miedo y al vértigo que me producía este primer contacto con Aulablog fue la presencia de mi compañera de EduCaféBilbao Garbiñe Larralde (@garbinelarralde), la maga de los rotuladores, con la que tuve la suerte de compartir coche, hotel y unos días inolvidables.